miércoles, 17 de marzo de 2010

La calzada del gigante




¡Hoy es San Patricio, patrón de Irlanda!
Hoy, La leyenda de "La calzada del gigante", uno de los sitios más emblemáticos y de obligada visita





Fionn y su esposa Unna vivían tranquilamente en su castillo a orillas del mar en el condado de Antrim, hasta que un día un forastero llegó.
Era un mensajero de Escocia, un país al otro lado de los mares.

"Llevo un reto del maravilloso Angus" - dijo el mensajero – "Es el más alto, más fuerte y más temible gigante de toda Escocia. Ha oído hablar de su formidable fuerza y quiere luchar con vosotros.
Angus ha vencido a todos los otros gigantes y tú eres el único que queda invicto. ¿Aceptáis el reto? ".

"¡Claro que acepto!" - Dijo en Fionn –
"Comenzaré a prepararme ahora mismo" - remarcó. Y así lo hizo.

Desde entonces Fionn trabajó muy duro. Decidió construir un camino a través del mar hasta Escocia. Era un camino especial, pues estaba hecho de cientos de miles de piedras negras, todas de diferente tamaño y de diferentes alturas. Algunas piedras tenían seis lados, otras ocho y algunas hasta diez.



Los guerreros de Fianna (la condesa de Antrim) miraban con curiosidad como Fionn trabajaba cada día, y ver como pronto el camino se adentraba varias millas mar adentro.


Una noche, cuando Fionn regresaba de trabajar vio que Unna estaba preocupada.

- "¿Qué problema hay?" - Preguntó.

- "Oh! Fionn" - contestó Unna –"He oído unos rumores que me han impactado. He oído decir que Angus es mucho mayor que tú y que es, sin duda, más fuerte".

Fionn quedó pensativo hasta que dijo - "Pues si no lo puedo vencer con mi fuerza, tendremos que pensar en algún plan. Quizá no soy tan grande o fuerte como él, pero si que soy más inteligente”.

Fionn y Unna hablaron durante horas. Pensaron muchos planes, pero no encontraron a ninguno que seguro que funcionara. El tiempo corría, hasta que a finales de semana llegó de nuevo el mensajero de Angus anunciando su llegada en dos días.

- "Dile que Fionn está apunto, esperándolo" - dijo Unna
–"Y no te preocupes Fionn, tengo un plan en mente" - le susurró a su marido.

Unna trabajó duro durante los siguientes dos días, pasó la mayor parte del tiempo cosiendo y haciendo punto.

-"¡Ponerse a coser y hacer punto en un momento como este!" - Se desesperaba Fionn
-"¡Creía que tenías un plan!".

-"Mira atentamente" - dijo Unna - "¿Qué ves?".

-"Ropas" - dijo - "Veo ropas, pero son extrañas...".

-"No te preocupes por ello, simplemente pontéelas" - ordenó Unna.

Qué pinta que hacía en Fionn. Llevaba puesto un vestido largo, a los pies llevaba unos patucos gigantes y Unna había hecho un bonito sombrero por su cabeza. Realmente parecía un bebé. Y entonces comprendió el plan de Unna.

"Mientras estabas trabajando, le pedí a en Fergus que hiciera una cuna muy grande. Ponte dentro" - dijo Unna - "¡no tenemos tiempo que perder!".

Angus se estaba acercando. El suelo temblaba cada pasa.
"¿Dónde está el magnífico Fionn? He viajado desde la lejana Escocia para luchar contra él" - El gigante bramó -
"¿Tiene miedo de encontrarme?"

Unna abrió la puerta de casa. "Por favor, haga el favor de entrar. Sea bienvenido a nuestra casa. En Fionn está de caza, pero no tardará, pero por favor, ¿podría hablar más bajo? Nuestro hijo está durmiendo".

"¿Este es tu hijo?" - Exclamó casi sin voz, al ver la criatura

"Pues sí, ahora todavía es pequeño, pero ya crecerá" – respondió Unna.

Angus estaba aterrorizado - "Si este es el hijo pequeño de Fionn... ¿De qué tamaño debe ser Fionn?" - Se preguntaba - "¡Fionn debe ser enorme!" - Decía atónito.

Angus echó a correr, y sin girarse cruzó el camino que había hecho Fionn.
Y mientras corría, pensaba - "¿Y qué haré si Fionn me persigue?" -

Y se le ocurrió que mientras avanzaba podía deshacer el camino. Así que mientras corría hacia Escocia, fue tirando todas las piedras, hasta dejar sólo una pequeña parte de los extremos en Irlanda y Escocia, extremos que duran hasta hoy en día.


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