Había una vez un gitano rico que se llamaba Kalo Dant. Era un gitano valiente que había pasado muchas aventuras.
Su madre se enorgullecía muchísimo de él, pero estaba un poco preocupada porque todos los amigos de su hijo estaban ya casados, mientras que Kalo Dant no parecía tener intención de buscar esposa.
Un buen día su madre le dijo:
- Ve, coge tu caballo, y busca una mujer. No mires la belleza ni el dinero, ya que, como es lógico, has de elegir una esposa que te haga grande.
Kalo Dant preparó su caballo y, siguiendo los consejos de su madre, hizo camino.
Llegó a un pueblo muy pequeño y muy pobre, habitado por gitanos que trabajaban el campo.
Nada más llegar, ató su caballo delante de una casa muy humilde.
Miró por la ventana y observó una joven y bella gitana. Kalo Dant al instante se enamoró.
Cuando entró a la casa, la joven ya no estaba. Sólo una gallina negra corría por el corral. Kalo Dant observó la habitación que él había visto por la ventana: en el centro una mesa bien preparada, con la comida todavía caliente. Pero de la joven no
había ni rastro.
Todavía estaba sorprendido el joven, cuando entrando a la casa se encontró una pareja de ancianos gitanos. Eran los dueños de la casa.
Kalo Dant les explicó que venía de un largo viaje y los dos viejos, a pesar de no conocerlo, le ofrecieron quedarse a cenar y a dormir.
Cuando acabaron la comida, Kalo preguntó quién era la persona que cocinaba tan bien. Los dos ancianos guardaron silencio. Dant repitió la pregunta, pero los gitanos tampoco contestaron.
Finalmente, la anciana gitana dijo:
- Es un hecho inexplicable. Desde hace unas semanas, cuando llegamos a casa, la comida está hecha y la mesa preparada.
- Eso no es cierto, contestó Kalo, yo he visto una bella joven preparando la cena. ¿Por qué quieren esconderla?
- No queremos engañarle. Usted debe haber soñado. Aquí no vive nadie más que nosotros... y esta gallina negra que también desde hace semanas aparece por el corral.
Kalo Dant estaba seguro de lo que había visto. Por eso, cuando los viejos se acostaron, él no paraba de cavilar. Cuando en el reloj sonaron las doce campanadas, sintió un sonido. Miró por la puerta entreabierta y vio cómo, en el comedor, la gallina negra se convertía en la joven y bella gitana. Ésta arregló la habitación, limpió la mesa donde habían cenado y preparó el desayuno.
Kalo Dant no se lo podía creer. De repente, cuando sonó la campanada de la una de la mañana, nuevamente desapareció la joven tomando forma de gallina negra.
Al día siguiente Kalo agradeció la hospitalidad de sus anfitriones y, antes de partir, les compró la gallina negra. Durante todo el camino, Kalo no podía dejar de pensar en lo que había visto. Cuando llegó a casa, su madre le preguntó:
- ¿ Dónde está tu futura esposa?
- De momento sólo traigo esta gallina.
- ¿ Una gallina?, exclamó malhumorada su madre.
Kalo Dant no hizo caso de su madre, subió a su habitación y esperó pacientemente las doce de la noche.Cuando tocaron las doce campanadas, nuevamente la gallina
negra se transformó en la bella gitana.
- ¿ Quién eres?, preguntó Kalo.
- Déjame, tú no puedes hacer nada. Un brujo me ha transformado en gallina porque renuncié a ser su esposa.
- No te dejaré, tu serás mi esposa.
- Eso no puede ser. Sólo hay una manera de deshacer el encantamiento, y no creo que ningún hombre se pueda atrever a hacer tal cosa.
- Dime qué cosa es. Yo lo haré.
- Sólo puedo ser liberada por el hombre que quiera casarse conmigo con esta forma de gallina. Y ese hombre no existe. ¿Quién sería capaz de hacer frente al ridículo de conducir a una gallina ante el altar de la iglesia?
- Yo lo haré, dijo con seguridad Kalo. No me importan las burlas de la gente. Es mi palabra.
En ese momento sonó la campanada de la una de la mañana y
nuevamente apareció la gallina negra al tiempo que desaparecía
la bella gitana.
Al día siguiente, Kalo anunció a su madre que iba al pueblo a anunciar su casamiento. Cogió el caballo, subió a la gallina delante de él y marchó hacia la iglesia.
El capellán, al saber las intenciones del joven, dijo que necesitaba tres días para anunciar el casamiento.En esos tres días, la noticia iba de boca en boca. Nadie se lo
podía creer. Todos los que escuchaban a Kalo Dant rompían a reír y a burlarse de él.
Su madre no salía de casa y no hacía sino llorar de vergüenza.
- Hijo mío, ¿es verdad que vas a casarte con una gallina?
- Sí, madre, es verdad.
- Hijo mío, yo sé que no estás loco, pero la gente no lo sabe y se reirá de ti. ¿De verdad irás al altar?.
- Sí, madre, he dado mi palabra.
La pobre madre de Kalo lloraba y se lamentaba todo el día, y sentía un gran padecimiento de ver a todo el mundo reírse de su hijo.
Finalmente, los tres días pasaron. Kalo Dant montó su caballo con la gallina delante suyo y tomó el camino de la iglesia.
Medio pueblo le seguía e iba detrás suyo. Nadie quería perderse el espectáculo de un casamiento tan curioso. Sólo la madre deKalo se encerró en casa llorando de vergüenza.La iglesia, llena de gente, estaba en silencio.
Kalo Dant se detuvo ante el altar, sacó la gallina y la puso a su lado.
El capellán comenzó la ceremonia y preguntó a Kalo si quería,como su esposa, para siempre, a aquella gallina. Él respondió con voz muy fuerte:
- ¡Sí, quiero!
La gente, de pronto, estalló en una gran carcajada.
El capellán, enojado, pidió silencio. En aquel momento, todo el mundo se quedó boquiabierto. La pequeña gallina negra se había convertido en una preciosa y bella joven.
Todos los gitanos y gitanas chillaron de alegría y júbilo.
El gallinero se trasformó en una gran carroza donde los novios hacían su primer paseo. Fueron a la casa de Kalo y ante la ventana, llamaron a la madre de éste.
Cuando por la ventana vio la espléndida carroza y a la bella y joven esposa, empezó a llorar de gozo.
En poco tiempo, celebraron una gran fiesta donde acudieron gitanos de todo el mundo.
Kalo Dant y su esposa marcharon de viaje y saludaron:
«satispen taj li» Salud y libertad.
...y Colorín colorado
este cuento se ha acabado.
Adaptación del cuento «La gallina negra» del libro: «Cuentos Gitanos», de M. Vorisková.
Cuento tradicional originario de Rumania, ya que hoy se celebra el dia internacional del pueblo gitano.
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