jueves, 22 de abril de 2010
Caballeros, princesas y dragones
Mañana se celebra, además del día del libro, la festividad de San Jorge.
La mayoría de la gente conoce los festejos que se llevan a cabo en Cataluña, donde la tradición es regalar un libro a los hombres y una flor a las mujeres.Sin embargo, en Cáceres también se celebra de otro modo, ya que San Jorge es patrón de esta ciudad.
La fiesta cacereña conlleva una representación teatral de cómo San Jorge liberó a los cristianos de la amenaza del dragón que los moros tenían preparado para defenderse de ellos. He estado buscando la leyenda y pasa como siempre, que se mezclan unas historias con otras para aportarles más fantasía o entusiasmo. La leyenda original os la voy a citar más abajo; lo que se hace en Cáceres os lo comento a continuación: se suele escenificar en la Plaza Mayor la leyenda original, pero además, durante la obra teatral tiene lugar un desfile de un dragón que llegará desde el paseo de Cánovas hasta la plaza, y al llegar a este destino, San Jorge vence al dragón con una lanza prendida con fuego. Es lo que llamamos la quema del dragón.
Para escoger el dragón que llegará hasta la Plaza Mayor y arderá en llamas, suele haber un concurso de dragones. El diseño más original, además de un premio en metálico, tendrá el orgullo de ser el protagonista de la quema, ante los ojos de la gran mayoría de cacereños. Esta escena tiene lugar el día 22 por la noche, la víspera de San Jorge.
Y ahora os dejo con la leyenda original, que probablemente sea desconocida incluso para algunos cacereños:
Existe un leyenda sobre moros y cristianos, entre un capitán cristiano y una bella dama infiel. Según ésta, en el año 1229 las tropas de Alfonso IX se afanaban por la reconquista de la ciudad de Cáceres, en poder de un kaid agareno que tenía una bella hija, enamorada de uno de los capitanes cristianos que asediaban la villa. Merced a los favores de la joven mora, el capitán cristiano logró conocer un túnel subterráneo que atravesaba las murallas de la fortificada ciudad.
Lo que en varias ocasiones le sirvió como una ruta para encontrarse con su amada, en la víspera del día 23 de Abril fue utilizado por él y otros cuantos soldados como camino para franquear la fortaleza y sorprender a los defensores moros mientras otros cristianos simulaban el asalto en la puerta denominada del Socorro.
Esa noche, pues, Cáceres fue recuperada para la cristiandad y dotada de fueros por el rey leonés Alfonso IX. Era la víspera del Señor San Jorge, santo que fue considerado por la cristiandad como máximo protector de sus ejércitos.Por eso se conmemora el día 23 de Abril la festividad del patrón de Cáceres, San Jorge, cuya celebración ha ido evolucionando hasta llegar a nuestros días con la versión moderna de la quema de un dragón y la escenificación de una feroz lucha entre moros y cristianos.
En realidad, según se manda en el fuero concedido a la ciudad, la celebración tendría que consistir en la quema de hogueras por parte de sus vecinos para simular los asentamientos de las tropas cristianas que habrán de tomar la ciudad así como en el lanzamiento de brevas para evocar la lucha.
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